Debido a la pandemia del Covid-19 y por el temor de un nuevo encierro que nos obligue a permanecer confinados en nuestros hogares si la situación no mejora, la búsqueda de viviendas de mayor tamaño que las habituales y lejos de las grandes ciudades ha aumentado considerablemente.
Durante 99 días nuestra vida ha transcurrido entre cuatro paredes y no todos los hogares están preparados logísticamente para una forzosa conciliación laboral y familiar. Algo que ha derivado en un cambio a la hora de elegir los requisitos de una vivienda.
Por ello, y unido a la situación sanitaria que tenemos en España y el temor a un nuevo confinamiento, ha aumentado la búsqueda de inmuebles más espaciosos y muy especialmente alejados de las grandes ciudades.
Los portales inmobiliarios califican esto como “otra secuela del coronavirus”.
Al cierre del pasado mes de julio, el incremento de la demanda de viviendas fuera de las grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia había subido un 17%.
Ahora se buscan viviendas con acceso a zonas comunitarias, terrazas, y se ha incrementado el interés por la vivienda con parcela y jardín, al permitir tener una mayor libertad de movimiento.
Se buscan viviendas cerca del núcleo urbano pero con suficiente distancia para tener una vida relajada fuera de las grandes urbes. También se ha detectado un mayor interés en la calificación energética de las viviendas. Antes de la pandemia, solamente un porcentaje pequeño le daba importancia, pero ahora todos pasamos muchapor ello se valora más que nunca el control del gasto energético y la importancia de contar con un buen aislamiento acústico.
Según Anaïs López, directora de Comunicación de Fotocasa, después del confinamiento la búsqueda de viviendas con terraza o jardín se ha incrementado un 40%, las fincas rústicas un 46%, los chalés un 36% y las casas adosadas un 24%. Por otro lado, la búsqueda de pisos ha descendido un 14% .
Durante estos meses, además, un 42% de personas que viven de alquiler buscaban otra casa. El coronavirus ha provocado que los criterios en la búsqueda de vivienda se hayan modificado, aunque el primer factor en la búsqueda continúa siendo el precio.
Se está viendo que el teletrabajo ha llegado para quedarse. Muchas personas han eliminado la barrera de la distancia en su búsqueda de vivienda. El teletrabajo posibilita que mucha gente no tenga la necesidad de vivir dentro de la gran ciudad, no hace falta vivir cerca de la oficina y esto nos dará más libertad para salir de las ciudades y vivir en zonas más alejadas. El tener que trabajar en casa hace por otro lado que muchas familias tengan que buscar una vivienda con más habitaciones, ya que tener un espacio para trabajar a partir de ahora va a ser muy importante para muchas personas.
Un indicador de que más personas quieren mudarse a las afueras de las grandes ciudades es que tras haber estado paralizadas durante el confinamiento, las mudanzas se han reactivado. Igualmente hay gente que se ha quedado sin empleo o que están realizando teletrabajo y se han mudado a su casita del pueblo para poder pasar allí lo que venga con mayor calidad de vida.
Todos confiamos en que esta difícil situación remita pronto, pues a todos nos está obligando a realizar grandes cambios que casi nunca siquiera pudimos imaginar.
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